Último día de ruta y relevo

México DF, 6 de abril

Hoy ya ha sido mi último día de la ruta de los mayas. A las 8 de la mañana MJ y Esther han pasado a buscarme por el hostel y juntos nos hemos ido a desayunar a una pastelería céntrica. De ahí juntos nos hemos ido a la estación, yo a DF y las chicas a San Miguel, así que hoy tendremos doble post espero, ya que las chicas me han dicho que me mandarán todo lo que hagan este fin de semana que la verdad es que promete.

Como adelanto decir que cogerán un bus durante 7 horas la noche del viernes para pasar el sábado en una espectacular zona natural donde podrán bañarse en cenotes. El mismo sábado por la noche volverán a coger el bus de vuelta y el domingo descansarán en Querétaro. La verdad es que para Diana y para mí es una espinita clavada lo de no haber podido chapotear un poco en un cenote... una auténtica pena. Eso sí, la paliza que les espera a las chicas es bestial. Espero los textos y las fotos de las chicas con impaciencia para finalizar el blog como se merece, pero eso ya no depende de mí.

Por mi parte, mi vuelo salía a las 20,30 de la tarde, así que decidí coger un bus a DF pronto para estar allí a las 12,30. En un primer momento, siguiendo las recomendaciones de Elena pensé en ir a Coayacan, al parecer uno de los barrios más bonitos del DF y que está íntimamente relacionado con Frida Kahlo, pero para llegar había que coger metro y bus y a lo mejor iba a perder demasiado tiempo que no tenía. Decidí ir al parque de Chapultepec, otra de nuestras espinitas clavadas del viaje y que está a 40 minutos en metro del aeropuerto.

Como os contamos en el post del DF, el pasado lunes cuando dejamos a Diana en el aeropuerto fuimos también a Chapultepec, pero tuvimos la mala suerte de que estaba cerrado precisamente los lunes, así que nos quedamos con ganas de ver el bosque, su lago y el castillo francés. Hoy he tenido la oportunidad de perderme por este parque y me alegro de haber podido visitarlo.

En una ciudad de 22 millones de habitantes, Chapultepec es uno de los pocos pulmones verdes que oxigenan la ciudad. Hoy además era un día festivo por lo que miles de mexicanos se acercaron a pasar el día en el parque. Si aquí ya hacen vida en la calle, si además añadimos que era día festivo y que el tiempo acompañaba, os podéis hacer una idea de cómo estaba Chapultepec, nada que ver con lo que vimos el pasado lunes.

El parque es tremendo, yo diría que en extensión es más o menos como la casa de campo de Madrid. En su interior hay miles de puestos de comida, ropa, maquillaje para niños, souvenirs mexicanos... es casi como si juntásemos la extensión de la casa de campo, con el parque del retiro y pusiéramos allí a toda la gente que se junta en la pradera de San Isidro el 15 de mayo.

En su interior está el famoso castillo de Chapultepec, ahora reconvertido en el museo de historia, imposible de visitar por las grandes colas que había para su entrada. Además hay muchos lugares de puro ocio, un laberinto de espejos, tirolinas, un zoológico, un lago con barcas,... todos ellos inundados de gente haciendo cola. En estos 15 días si algo nos ha quedado claro es que México se mira en el espejo de Estados Unidos, quieren ser como ello aunque hacia fuera les demuestren cierto repudio, sin embargo es una sociedad consumista casi al nivel de la americana y en este parque se ve perfectamente.

Había tanto que ver y que andar, que las más de tres horas que pasé en Chapultepec se me hicieron cortas. Cuando más disfruté del parque fue cuando me alejé del bullicio de la gente y me perdí entre las familias que estaban haciendo picnics y jugando entre los árboles. Llegué a algunos lugares curiosos, como la fuente de las ranas, el jardin de las hormigas o el totem canadiense. Incluso vi un monumento que se llamaba el baño de Moctezuma y que intenté buscar por todos los medios sin suerte, una pena, pero al menos tengo grabada la señal.

Saliendo ya de Chapultepec tomé mi última limonada y un sandwich en una bocacalle de la avenida de la Reforma y con bastante pena cogí el metro camino del aeropuerto. La verdad es que me llevaría de vuelta a Mabel ya, aunque en un mes esté de vuelta para su cumpleaños, la echaremos un montón de menos. Ha sido una experiencia increíble, hemos visitado lugares maravillosos y conocido más de la cultura mexicana y sus gentes. En nuestras memorias quedarán grabados lugares tan distintos como Palenque, Chulula, el cañón del sumidero, San Juan de Chamula, Guanajuato y Querétaro. Han sido 15 días siguiendo la que titulamos la ruta de los Mayas, un viaje que nos ha enseñado mucho tanto de este país y su gente, como de nosotros mismos.

Todavía quedan algunas cosas por colgar en el blog, los videos del resto de días que ya están montados y el fin de semana de Mabel, Esther y MJ, pero habrá que empezar a pensar en el próximo destino. ¿Tal vez la Ruta de las Fieras?